El viajero ha cambiado en su forma de elegir su viaje y la toma de decisiones. La tecnología ha influido al darle más información al consumidor. Este cambio es irreversible.

Hace unos años elegíamos el viaje gracias a la publicidad, el cine, las revistas, los folletos turísticos, las recomendaciones de nuestro agente de viajes y, por supuesto, por las recomendaciones de nuestros familiares, amigos y nuestro círculo cercano.

Las decisiones actuales, cada vez, son más rápidas.

El viajero busca experiencias, emociones, compartir recuerdos, no destinos. Esta búsqueda de experiencias le hace decidirse sobre un destino frente a otro. Los viajes tienen un componente emocional y de experiencias muy importante.

El viajero quiere compartir y comparte sus experiencias y emociones. Las redes sociales e Internet le han puesto un vehículo a su disposición, de fácil acceso y rápido. Antes igualmente lo compartíamos, pero sólo con nuestro círculo más cercano.

Al compartir sus experiencias hace que los otros viajeros puedan conocer y saber de antemano que le pueden exigir a su viaje, lo que vivirán y encontrarán en el mismo. Les facilita elegir su destino.

Internet nos permite buscar la información que necesitamos, planificar nuestro viaje, comprar y reservar nuestros billetes y estancia, y sobre todo, tener acceso a la información de otros usuarios como nosotros. Internet nos facilita la toma de las decisiones.

Nuestro tiempo de ocio o de trabajo es muy importante, queremos tener la certeza de que no nos equivocamos y que elegimos lo que realmente nos apasiona y deseamos. Si a esto le sumamos que el viaje nos costara un dinero, tenemos que tener las máximas garantías de que hemos realizado la elección más apropiada.

La recomendación de otros viajeros es fundamental. La familia y los amigos son nuestros principales inspiradores.

En definitiva, el ciclo de toma de decisiones sigue siendo el mismo, pero Internet y las nuevas tecnologías han permitido que este proceso sea digital. Por lo tanto, más fácil, más directo, más rápido y más enriquecedor que hace unos años.

Y lo más importante, Internet ha cambiado la toma de decisiones de los viajeros y de los usuarios en general en cualquier sector.