Cuando empezamos a trabajar en las Redes Sociales, como en cualquier otro aspecto del Marketing online y el Social Media Marketing, tenemos que definir una estrategia y objetivos claros.
Los objetivos nos permitirán ir consiguiendo la estrategia y podemos ir midiendo si vamos por buen camino o nos estamos desviando. Los datos nos dan un conocimiento de nuestros fans pero lo más importante es saber si conseguimos nuestro objetivo final.
Claro que nos interesa saber quiénes son nuestros seguidores, cómo influyen en nuestro producto o marca y cómo interactúan con los mismos. Y para eso debemos saber dónde se habla de nosotros, de la competencia e incluso de nuestro mercado, y sobre todo, qué se dice.
Tenemos que definir los indicadores de rendimiento (KPIs), en base a los objetivos que nos hayamos fijado. Pueden ser, por ejemplo, aumentar beneficios, tener más fans, generar una determinada imagen de marca, conseguir leads, vender más productos, atraer visitantes, etc. Es importante no tener más de 3 o 4.
Una vez decididos los indicadores, hay que analizar su tendencia y comparar distintos periodos para ver su evolución y advertir si se produce algún cambio importante. Utilizaremos distintas métricas para cada red social (Facebook, Twitter, blogs,…) y para nuestra Web.
Seguramente parezca un trabajo enrevesado y un poco complicado inicialmente, pero nos permitirá escoger el camino más adecuado para nuestra estrategia y objetivos.
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